jueves, 15 de junio de 2023

Mañana, viernes, festividad del Curpillos en Burgos

La festividad del Curpillos o “Corpus chico” es una de las jornadas con mayor atractivo para los ciudadanos burgaleses. Este día tan tradicional y posiblemente singular en toda la geografía española conjuga la doble dimensión de lo sacro y lo profano, en dos partes bien diferenciadas, ya que en las primeras horas de la mañana brilla la etiqueta y el protocolo, con actos religiosos y militares, mientras que el resto del día toma lugar la fiesta más popular, gastronómica y divertida.

Parece que sus orígenes están en la celebración de la victoria de las huestes cristianas sobre las musulmanas en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, aunque las primeras noticas que tenemos datan del siglo XIV, después de la institución de la solemne fiesta del Corpus, bajo el reinado de Alfonso XI.

Desde entonces hasta el día de hoy no ha dejado de celebrarse en el barrio de Las Huelgas esta peculiar fiesta que reúne a las máximas autoridades militares, religiosas y civiles y, por supuesto, a todo el pueblo burgalés, que ve en ella una de sus señas de identidad.

El Curpillos se celebra el viernes siguiente a festividad del Corpus Christi y su celebración está unida de manera inexorable al Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, fundado por el rey Alfonso VIII y su mujer la reina Leonor.

El Curpillos tiene consideración de fiesta local desde 1953, aunque sólo lo fue en jornada completa desde 1979; hasta entonces, aún debía acudirse al trabajo hasta las doce del mediodía.

El programa de actos tiene el siguiente orden:
  • Reunión y formación de las tropas que van a participar.
  • Recepción de las autoridades, tanto civiles como militares, que asisten por haber sido invitadas oficialmente por la Rvdma. Abadesa de las Huelgas.
  • Misa.
  • Procesión.
  • Parada militar y bailes de Danzantes y Gigantones.
  • Refrigerio conventual ofrecido por parte de las monjas.
  • Jira campestre en el cercano parque del Parral.
Al Curpillos asisten las máximas autoridades tanto civiles como religiosas y militares de la ciudad, que también participan en la procesión siguiendo la etiqueta y protocolo marcada. En ella el Santísimo Sacramento es portado bajo palio, mientras la máxima autoridad militar lleva una reproducción del Pendón de las Navas de Tolosa (trofeo conseguido por Alfonso VIII que en realidad parece ser un adorno de la puerta de entrada del sultán conocido entre los cristianos como Miramamolín)

Tras la parada militar entran en acción los elementos típicamente burgaleses y que dan más colorido a la fiesta: Los pasacalles y bailes de los Gigantones, Gigantillos, Danzantes y Tetines.

La parte más popular del Curpillos tiene lugar en el cercano parque del Parral, situado entre el Monasterio y el Hospital del Rey. Es la tradicional romería o “jira” que se realiza tras los actos matinales en el barrio de Las Huelgas.

Fuertemente arraigada en la tradición, los burgaleses y turistas se acercan a degustar las apetitosas viandas, tanto de la gastronomía local como la foránea, en las casetas que montan las peñas recreativas y centros regionales.