En el próximo mes de julio se procederá a la retirada de ciertas monedas de un euro, a las cuales debemos despedirnos o cambiar antes de que sea demasiado tarde. Las monedas de un euro son ampliamente utilizadas, las llevamos en nuestras carteras, las empleamos para obtener los carritos de compra y realizar algunas adquisiciones. Aunque seamos precavidos, es posible que poseamos una moneda de euro que no sea auténtica, en ese caso, debemos cambiarla a tiempo para que pueda ser retirada.
En nuestro país circula una cantidad considerable de monedas falsas de 1 euro. En un cambio que no verificamos, nos podemos encontrar con una moneda que puede alterarlo todo. No tiene ningún valor real, pero podemos tenerla en nuestro poder sin saber cómo llegó hasta allí. Ahora es el momento de retirarlas para que puedan ser eliminadas o reutilizadas. Si se utilizan, podrían dar lugar a estafas o causar más de un inconveniente.
La Orden ETD/647/2023 es la que regula estas monedas. Originalmente, se creó para dar salida a las monedas que habían sufrido un deterioro importante y ya no eran aptas para circular. Según se establece en esta orden: "Esta orden establece la disposición definitiva de las monedas de euro no aptas para la circulación y de las monedas de euro falsas". Con la implementación de esta orden en julio, se retirarán de la circulación las monedas que no sean aptas para circular o que sean falsas.
Más de 20 años usando monedas de euro
El euro llegó a nuestras vidas hace más de 20 años, siendo una de las monedas más esperadas que reemplazó para siempre a nuestra antigua peseta. Todo parecía más económico en pesetas, aunque se tratara de grandes cantidades de ellas. Ahora, en euros, es más difícil controlar los precios o ver cómo podemos gastar más de 120 euros en la compra, lo que solía ser equivalente a 20.000 pesetas, con las cuales se podía vivir cómodamente durante todo un mes.
Todo ha cambiado, tanto la moneda como su valor actual, y no tiene nada que ver con los tiempos pasados. Ahora, las cosas tienen un precio más elevado y las monedas que no tienen valor, como los euros deteriorados o falsos, simplemente se retiran de la circulación para ser destruidas y, en caso de ser posible, reutilizar sus materiales.