Esta es una de las rutas en la provincia de Burgos más bonitas. Aunque hay que tener cuidado porque es fácil perderse y hay que ir preparado porque el camino es largo. Esta ruta se enmarca dentro de la comarca de las Merindades, una suerte paraíso natural, que cuenta además con siglos de historia presentes en las fachadas empedradas de sus pueblos.
La presencia de los ríos Ebro, Nela o Trueba han ido dibujando durante siglos un paisaje espectacular, en el que las cascadas y los saltos de agua se convierten en sus principales protagonistas. Esta comarca contempla impresionantes monumentos naturales como el salto del Nervión, la cascada de Orbaneja del Castillo, la de Pedrosa de Tobalina o las de Tobera. Pero más allá de estas, hay mucho más por descubrir.
La más espectacular de todas las cascadas, quizás sea la cascada de San Miguel, enclavada en las estribaciones de la Peña Angulo, en el límite fronterizo entre Burgos y el País Vasco. Siguiendo el cauce del río San Miguel llegamos a la cascada de Peñaladros, un salto de aguada de unos 10 metros de altitud. Esta es una de las cascadas de más difícil acceso. También destaca la conocida como Aguasal, entre los límites de Burgos y Cantabria. En este caso, es el río Ordunte el que, nada más nacer en el manantial del Puente de los Llanos, se precipita formando varios saltos de agua encadenados que forman un conjunto digno de apreciar a pesar de la dificultad del acceso.
Para tomar el sendero que nos lleva hasta el Mirador Domingo Sevilla debemos atravesar el pueblo de Santa Cruz del Valle Urbión. Tras comenzar la senda nos incorporaremos al Barranco del Altuzarra, esta ruta de las cascadas remonta al río y hay que seguir subiendo para llegar al Mirador “Domingo Sevilla”, a unos 1.395m de altitud, y desde donde se pueden fotografiar los picos más altos de la provincia.Dificultad: moderada. Recorrido: 8,2 km.