miércoles, 8 de junio de 2022

¿Por qué España es el único país donde se comen pipas?

Las pipas forman parte de la tradición española. Solemos tomarlas en reuniones familiares, en partidos de fútbol, en quedadas en el parque con los amigos… Sin embargo, fuera de nuestras fronteras no es un aperitivo nada conocido. Recordemos el vídeo viral de un Youtuber londinense comiéndose una pipa de girasol con cáscara ya que era la primera vez que veía este alimento.


Historia y tradición

Los españoles no somos los únicos que comemos pipas de girasol, pero casi. Sólo compartimos el amor por este aperitivo con los rusos, y para entender por qué hay que remontarse al siglo XX.

El girasol llegó de América, y con el paso de los años pasó a ser una planta decorativa en Europa. Luego, se descubrió que se podía extraer aceite del girasol, y que sus semillas podían servir para algo. Los campesinos rusos empezaron a consumirlas y, tras la Revolución de 1917 su consumo se extendió a las grandes ciudades del país.

En España, en el año 1934, el diario ‘ABC’ publicó una noticia hablando de una «modesta industria agrícola que prospera», refiriéndose a los cultivos de pipas de girasol en la provincia de Cuenca. El artículo cuenta la historia de El Tío Vigüela, quien tuvo la idea de vender las semillas a comerciantes de Madrid.

Durante la Guerra Civil, las pipas de girasol se convirtieron en el mejor sustituto de multitud de alimentos que escaseaban, como el caramelo, el cacahuete y el regaliz, entre otros. Sin embargo, el 21 de diciembre de 1937, se publicó, también en el diario ‘ABC’ un artículo hablando de los posibles riesgos para la salud del consumo de pipas: «El abuso de las pipas ha traído una especie de epidemia que se manifiesta en anginas, inflamaciones e irritaciones de la garganta, toses convulsivas y congestiones de las mucosas. La enfermedad no es grave, pero sí molesta y siempre peligrosa».