La UE acordó ayer un cargador único en dispositivos electrónicos que nos permitirá tener un único cable para cargar todos los aparatos y armonizar también la velocidad de carga rápida. Aún queda pendiente su aprobación en Bruselas
Las instituciones de la Unión Europea llegaron ayer martes a un acuerdo para establecer un único cargador universal de tipo USB-C para que se armonice su uso en teléfonos móviles, tabletas, libros electrónicos, cámaras digitales, videoconsolas y auriculares, a partir de otoño de 2024.
La propuesta permitirá a los consumidores comprar nuevos dispositivos electrónicos sin tener que adquirir un cargador adicional y evitar así acumular 11.000 toneladas al año de residuos electrónicos, según las estimaciones de la Comisión Europea.
El pacto -que aún tendrán que aprobar formalmente el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo- armoniza también la velocidad de carga rápida, independientemente del dispositivo de que se trate.
La Comisión Europea lleva impulsando este acuerdo desde hace trece años, cuando en 2009, alcanzó un acuerdo voluntario con los principales fabricantes de dispositivos móviles, que permitió reducir de 30 a tres los cargadores existentes: el USB 2.0 Micro B, el USB-C y el Lightning, exclusivo de Apple.
Ese pacto, sin embargo, expiró en 2014 y el pasado mes de septiembre el Ejecutivo comunitario lanzó una nueva propuesta que fructificó hoy, en un acuerdo que aún tendrá que ratificarse formalmente por el Consejo de la UE -la institución que representa a los países- y por el Parlamento Europeo.
De momento, el cargador único no será compatible con ordenadores portátiles, relojes inteligentes o los dispositivos que miden la actividad física, por razones técnicas como su tamaño.