La primera edición del Festival Música Viva, que se celebrará los días 9 y 10 de julio en la plaza de San Juan, busca dar voz a los artistas musicales de la ciudad de Burgos.
La ciudad de Burgos ha sido el epicentro del movimiento musical en los últimos días. La celebración de los "Premios MIN de la música independiente", las jornadas de música organizadas por el cabildo catedralicio y la labor de los promotores y salas locales por seguir haciendo conciertos, eventos y micros abiertos deja lugar a artistas de nivel nacional programados en varios espacios de la ciudad.
En esta programación, ha habido representación de grupos locales, algunos ya consagrados, como La M.O.D.A. o los que participarán en el certamen de La 8 Televisión, pero la representación de artistas locales burgaleses no mostraba toda la cantidad de bandas que existen en la ciudad. Conscientes de ello, la asociación BEM (Burgos es Música) y Fundación Caja Rural unieron fuerzas con el consistorio para crear un festival de músicos locales, en pos de promocionar la industria musical y cultural de la ciudad.
El evento, que tendrá lugar los días 9 y 10 de julio en la Plaza de San Juan, tendrá un aforo de 350 personas y un coste de 5€ por día como apoyo a los artistas. En esta primera edición, que cumplirá todas las medidas sanitarias vigentes, se ha apostado por formatos más cercanos al formato acústico y el folk, buscando el disfrute de los 350 asistentes, que no podrán levantarse de sus asientos nada más que para ir a las barras o a los inodoros. Las entradas de día se pueden adquirir en la web de Fundación Caja Rural / Caja Viva.
Los artistas que representarán a la ciudad serán Neønymus, Blanca Altable, Claudia Halley y Mario Andreu, que actuarán el viernes 9 de julio, y el Nido, Guantes, Marcos Gallo y DEB, que actuarán el sábado 10 de julio.
La organización busca la promoción y la unión del tejido cultural y comercial de Burgos en un festival que, se espera, perdure en próximas ediciones, abriéndose a estilos más urbanos, alternativos y de mayor distorsión cuando la situación sanitaria lo permita.