En sus inicios, Notting Hill era una zona rural en la parte norte de Kensington. Su nombre proviene de una puerta construida en la colina donde estaba la carretera Londres-Uxbridge, utilizada para cobrar impuestos a los usuarios. Aunque la puerta desapareció en el siglo XIX, la distinción entre el moderno Notting Hill y Notting Hill Gate persiste, aunque ambos forman parte del área actual de Notting Hill.
El Notting Hill español
El encantador barrio de Irala, ubicado en Bilbao, es una joya arquitectónica que evoca la estética de Notting Hill en Londres. Sus casas, construidas hace más de un siglo, fusionan la tradición inglesa con elementos neovascos y modernistas, creando una atmósfera única en la ciudad. A pesar de su relativa ubicación apartada del centro, estas viviendas adosadas son un tesoro poco conocido pero sorprendente para quienes las descubren.
El origen del barrio se remonta a la panificadora propiedad de Juan José Irala, cuya estratégica ubicación en las afueras de la ciudad y cerca de las vías del tren lo convirtió en un enclave ideal para la actividad comercial. Las casas, construidas para albergar a los trabajadores de la panificadora, se caracterizan por su accesibilidad, comodidad y asequibilidad, lo que atrajo a una creciente población a la zona.
Lo más destacado del barrio son sus fachadas coloridas, que exhiben una variedad de tonos vivos como azul, verde, amarillo y rojo, añadiendo un toque de alegría y vitalidad al paisaje urbano. Además, el barrio alberga la histórica harinera, que ha sido restaurada y declarada monumento por su valor histórico y arquitectónico, ofreciendo una fascinante visión del pasado industrial de la ciudad.
En resumen, el barrio de Irala es mucho más que un simple conjunto de viviendas; es un reflejo de la historia y la identidad de Bilbao, un lugar donde la tradición y la modernidad se fusionan para crear un entorno encantador y acogedor que merece ser explorado y admirado.
Historia
El proyecto inmobiliario en el barrio de Irala se gestó en torno a la Harino-Panadera, una sociedad creada por Juan José Irala que unió varias pequeñas empresas. La ubicación estratégica de los terrenos detrás de la plaza de toros de Vista Alegre, en las afueras de Bilbao pero cerca de las vías del tren y la estación ferroviaria de mercancías, fue clave para este proyecto.
Inspirado por las corrientes higienistas europeas y el concepto de ciudad-jardín de Ebenezer Howard, Irala diseñó viviendas dignas y asequibles para sus trabajadores, cuyas habitaciones se alquilaban a precios más bajos que el promedio en Bilbao en ese momento.
En solo diez años, se construyeron 15 calles con chalés, villas y bloques de viviendas, y la población pasó de menos de 200 habitantes en 1908 a casi 3.000 en 1920, dando lugar a lo que se conoció como «Iralabarri», una «aldea dentro de la ciudad» según los periódicos de la época.
