Para que se entienda mejor es la unión de las palabras breakfast y lunch (desayuno y almuerzo). Cada vez hay más locales donde se estila tal práctica y por esto conviene saber de qué estamos hablando.
El origen del "brunch"
Como muchas otras cosas, puede tener varios orígenes, si bien se establece que la palabra apareció primeramente en la revista satírica "Punch", en el año 1896.
Pero más allá de la palabra, la costumbre de hacer este desayuno más tardío y abundante no está tan claro. Puede tener dos orígenes, uno está en Inglaterra y otro en Estados Unidos. En Inglaterra los sirvientes tenían como día libre el domingo y era cuando les preparaban un gran buffet a los dueños de la casa, para que, cuando no estuvieran, pudieran servirse solos en todo el día.
Pero si situamos su origen en Estados Unidos, entonces este brunch servía para comer cuando se tomaban cócteles antes del mediodía.
Gran cantidad de comida
Más allá de sus orígenes, debe quedar claro que este "brunch" suele ser contundente. Es decir, se trata de un menú con variedad de platos, muchos de ellos para compartir y completo Suelen ser pequeñas raciones, mezcla dulce y salado, y aunque los tradicionales huevos con bacon son algunos de los más populares, la cosa ahora ha evolucionado y también se sirven cantidad de bocadillos de varios sabores y comida típica de cada país.
Las bebidas también son importantes en esta comida. Pues van desde zumos, a infusiones, café, pasando por smothies y también los mocktails de diversos sabores y que están de moda ahora.
Si buscas en tu ciudad, seguro que hay uno o varios locales en los que tomar un "brunch" bien completo. Ya sabes que hay muchos ingredientes y además suele haber varios menús para que elijas el que te guste más. los alimentos que más se estilan son frutas, zumos, huevos benedict, algo de embutido, tostadas, aguacates, pequeños bocadillos de sabores diferentes, tortitas, yogures, crepes, croissants salados y dulces, huevos fritos y otros. ahora la tendencia es ofrecer platos cada vez más saludables, dejando de lado los ingredientes saturados y el azúcar.
