Cada 12 de junio se celebra el Día Mundial Contra la Falsificación y la Piratería, con la finalidad de dar a conocer las desventajas de la compra y venta de bienes y servicios ilegales, así como generar conciencia hacia el consumo responsable.
Asimismo, se pretende promover el respeto a los derechos de propiedad intelectual, referido a las patentes y derechos de autor que incentiven la legalidad y la protección a la creatividad.
¿Cómo se originó el Día Mundial de la Falsificación?
Esta efemérides fue creada en el año 1988 por el Grupo Mundial de Lucha contra la Falsificación (CACG), con la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población acerca de las desventajas y perjuicios generados por la fabricación y adquisición de productos falsificados, afectando la calidad de los productos con marcas registradas.
La falsificación y la piratería: una práctica ilegal
La adquisición de bienes, productos y servicios falsificados supone un riesgo para la salud y seguridad de los consumidores, afectando sus derechos básicos, tales como el derecho de garantía, devolución del producto y derecho al reclamo.
Por otra parte, estos bienes y servicios de origen ilegal no generan las aportaciones al fisco estipuladas, generando pérdidas económicas significativas para la economía de los países.