El tercer domingo de abril se celebra el Día de los Padrinos y las Madrinas para reivindicar el papel que cumple esta figura en las vidas de los niños y niñas de todo el mundo.
Ellos, los padrinos y madrinas, con su amor y ejemplo, contribuyen a fortalecer las bases educativas, familiares, sociales y religiosas de las generaciones del futuro.
¿Dónde se origina el término padrino o madrina?
Se entiende como padrino o madrina a la persona encargada de asistir a otra en el momento de llevarse a cabo el sacramento del bautismo.
Representa una figura de gran relevancia dentro del catolicismo y es partir del año 813 cuando se consolida este término, ya que quedó absolutamente prohibido que los padres desempeñaran también la función de padrinos de sus propios hijos.
Tanto el padrino como la madrina son dos piezas importantes a la hora de bautizar a un niño, sin embargo, con la presencia de uno de ellos es suficiente para efectuar la ceremonia.
Para cuando se realiza la confirmación, se puede elegir a otra persona que no sea el padrino o madrina del bautismo.
Durante la ceremonia matrimonial, los padrinos también pueden ser elegidos por la futura pareja, pero no son indispensables, también son conocidos como testigos. Son personas que tienen como principal función acompañar al altar al novio del sexo opuesto. En países como España, se acostumbra que la madrina sea la madre del novio y el padre de la novia, sea elegido como padrino.
¿Por qué se celebra el Día de los Padrinos y Madrinas?
El Día del Padrino y la Madrina es una fecha emblemática y de gran valor humano por el significado que tienen estas personas en la vida futura de los niños y niñas.
Una vez que los padres toman la decisión de que sus hijos reciban el bautismo, es necesario elegir a los padrinos y madrinas y a partir de ahí, ya se crea un vínculo de unión que se mantendrá de por vida.
¿Cuáles son las funciones que desempeñan los padrinos y las madrinas?
Los padrinos y madrinas, en el momento de asumir el compromiso deben tener presente algunos requisitos de orden obligatorio, impuestos por la religión, como por ejemplo ser mayor de edad, haber cumplido los tres sacramentos (bautismo, confirmación y primera comunión) y estar preparado para guiar al niño en el camino de la fe.
Pero sus funciones no se limitan al mundo espiritual, sino que es necesario asumir el papel que va más allá de la iglesia. Un padrino o madrina debe estar preparado para dar a sus ahijados valores, educación, protección y afecto, además de sentirse como un miembro más del núcleo familiar al cual pertenece el niño.
Los padrinos y madrinas también son vistos como los segundos padres, cumpliendo así un rol muy parecido ya que pueden llegar a influir en las distintas etapas de su vida, desde la infancia hasta la adultez. Sin embargo, el compromiso asumido en este sentido, no es obligatorio, es más bien personal porque no está sujeto a ninguna imposición religiosa.
¿Qué expectativas tienen los padres al elegir los futuros padrinos?
A la hora de elegir futuros padrinos y madrinas es normal que los padres tengan muchas expectativas, por esa razón, es bastante común que terminen decantándose por algún familiar o amigo conocido, que sea capaz de asumir la responsabilidad.
Siempre resulta más ventajoso que nuestros hijos vean en sus padrinos y madrinas un nuevo miembro que se incorpora al entorno familiar y con los cuales ellos puedan contar en el momento que lo necesiten, personas idóneas para brindarles cariño, compartir momentos gratos, pero también capaces de poner límites y reglas cuando sea necesario.
Para los padres, saber que sus hijos pueden contar con un padrino o una madrina, siempre se traduce en mayor bienestar, seguridad y la confianza de tener a alguien más, que en un momento dado, puede representarlos a ellos sí las circunstancias y la vida así lo requieren.