La frontera más complicada de Europa la tenemos en un pueblo que parece que está a medio camino de dos países. Tradicionalmente, lo que marca el paso de un país a otro, es simplemente un elemento natural. Es decir, se han aprovechado las fronteras naturales para crear las reales.
Pero no siempre es así, especialmente en los tiempos modernos, en los que todo es posible, nos enfrentamos a una serie de ingredientes que son los que marcarán la diferencia. Especialmente en algunas partes del mundo y de Europa. El país que tiene la frontera más complicada de Europa es este.
El país que tiene la frontera más complicada
Europa es una zona del mundo que se ha transformado durante el último siglo de forma exponencial. Ha vivido dos Guerra Mundiales que han cambiado gran parte de su geografía. Pasando de la tradición a la modernidad y dejando a un lado los antiguos reinos que aún siguen presentes.
Un territorio tradicionalmente fraccionado en el que se hablan varias lenguas, quizás el punto del mundo en el que hay más variedad lingüística tiene una serie de fronteras que debemos tener en cuenta y que quizás pueden cambiar por completo aquello que se ha convertido en esencial.
Una bandera u otra, un símbolo de identidad, pero también una lengua que ha acabado siendo la que nos enmarque no solo es determinante, para los habitantes de este pueblo podemos estar ante una situación que lo cambia todo. Nos enfrentamos a un cambio de ciclo con algunas novedades importantes.
En el corazón de Europa hay algunos pueblos que están entre dos tipos de elementos que son fundamentales y que acabarán siendo los que marcarán la diferencia. Entre dos países y con la única manera de separarse que a través de una serie de señales que veremos en las calles.
Lo mejor de este pueblo es que gracias a la Unión Europea ha podido casi unificarse. De lo contrario, debía ser un auténtico lío visitar a los amigos o familiares que vivían a solo unas calles, pero ya en otro país. Es singular y por lo que acaba recibiendo varias visitas de curiosos que quieren saber cómo se vive en un lugar que está a medio camino entre dos estados.
Este pueblo es la excepción que marca la regla con unas fronteras que no tienen nada que ver con lo que acabaría siendo habitual. Sino más bien todo lo contrario, es una zona que tiene algunas peculiaridades que hay que conocer y contra la que debemos luchar.
La frontera de Europa más complicada está en este país
Baarle-Nassau es un pueblo que pertenece en parte a Bélgica y en parte a Países Bajos. Es una de las zonas del continente más extrañas, ya que está a medio cambio entre ambos elementos que debemos tener en cuenta y que quizás nunca antes nos habíamos preguntado.
Para poder acceder a él, al formar parte de la Unión Europea, solo debemos estar muy pendientes del suelo. Allí veremos las indicaciones de que estamos en un país u en otro. Desde la NL, de la abreviatura de Países Bajos en inglés, teniendo en cuenta que se llama Nederlands a la B de Bélgica, que se parece más en inglés que el anterior país.
Pero no solo las letras del suelo nos pueden indicar que cambiamos de país, sino también los números de las casas. Siguen una denominación distinta y cada número tiene la bandera del país en el que nos encontramos, algo que debemos tener en cuenta para empezar a orientarnos. La frontera no es una línea recta, por lo que quizás estaremos en un país u en otro dependiendo de la altura de la casa en la que estemos. No es nada fácil vivir aquí, seguramente tienen la suerte de poder hablar ambos idiomas que son típicos en la zona, el holandés debe tener su público en una zona de paso como está.
No son idiomas muy hablados en el mundo, pero seguro que les permiten disfrutar de una riqueza cultural que la frontera más complicada del mundo les asegurará por completo. Si quieres visitar este pueblo, recuerda su nombre y empieza a ver cómo hay lugares de Europa que han sufrido los efectos de esa política en la que se van formando los distintos países y naciones de la nada o quizás se construye tanto que hace que las casas se queden a medio camino entre un país y otro.
Los habitantes de este pueblo se mueven entre Países Bajos y Bélgica a diario, seguro que pueden hacerse con lo mejor de ambos mundos que tiene mucho que ofrecerles, especialmente en estos tiempos que corren en los que la riqueza cultural de Europa es siempre un plus.