Años bisiestos
Lo primero y más importante es saber por qué existen los años bisiestos. El planeta Tierra tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos en dar una vuelta al Sol.
Para ajustar las horas restantes de cada año, que dan como resultado las 24 horas de un nuevo día, se decidió que cada cuatro años el mes de febrero tuviera 29 días en lugar de 28 desde el Imperio Romano.
El origen de este día extra data del año 46 a.C, en la época de Julio César. Fue entonces cuando se implementó la modificación del calendario juliano. En el año 1542, el Papa Gregorio XIII modificó el calendario y estableció que los años bisiestos serían aquellos divisibles por cuatro, excepto de los que son divisibles por 100, salvo que sean por 400.
¿Qué ocurriría si no añadiéramos un día entero cada cuatro años? El calendario terminaría descompensándose por completo, y al cabo de siete siglos, la Navidad caería en mitad del verano en el hemisferio norte del planeta Tierra.
Cumpleaños el 29 de febrero
Los nacidos el 29 de febrero, los años que no son bisiesto, pueden celebrar su cumpleaños el 28 de febrero o el 1 de marzo. En España, según el Código Civil, los nacidos el 29 de febrero cumplen años el 28 de febrero, así que celebran su día antes de tiempo.
Refranes sobre el año bisiesto
En España, hay un gran número de refranes sobre el año bisiesto que resulta de especial interés conocer:
- «Año bisiesto, año siniestro»
- «Año bisiesto, difíciles doce meses para el cesto.
- «Año bisiesto, echan en ganados el resto»
- «Año bisiesto, hambre en el cesto»
- «Año bisiesto y año de pares, año de azares»
- «Cuando bisiesto el año es, las hojas del olivo se vuelven del revés»
- «Año bisiesto, ni casa, ni viña, ni huerto, ni puerto»
- «Año bisiesto, ni aquello ni esto»
