Sin embargo, las competencias digitales no forman parte exclusivamente del ámbito educativo y pueden aplicarse en áreas como la comunicación y el ocio, o en cualquiera profesión donde se requieran conocimientos y estrategias para usar medios digitales y tecnologías de la información y la comunicación.
¿Qué es una competencia digital y cómo se desarrolla?
Las competencias digitales son el conjunto de habilidades y conocimientos necesarios para realizar un uso seguro y eficiente de las tecnologías de la información y las comunicaciones tanto en el ámbito personal como profesional.
En este proceso se incluyen la búsqueda, evaluación y uso de la información online de forma eficaz y contrastada, así como la comunicación y colaboración de manera efectiva y segura. Eso sí, más allá del simple uso de un determinado programa o dispositivo, se involucran otros aspectos como la seguridad y eficiencia.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), las competencias digitales se entienden como “un conjunto de competencias que permiten usar dispositivos digitales, aplicaciones de comunicación y redes para acceder y gestionar información, crear y compartir contenido digital, comunicarse, colaborar y resolver problemas para una realización personal efectiva y creativa, el aprendizaje, el trabajo y las actividades sociales en general”.
Por eso, hay que entender que la competencia digital se trata de un conjunto de habilidades que hacen más fácil el trabajo en equipo, el aprendizaje autodirigido, el pensamiento crítico, la creatividad y la comunicación.
¿Para qué sirven las competencias digitales?
Bien sea en los negocios o en el sector educativo las competencias digitales sirven, entre otras cosas, para:
- Optimizar tiempos y costes.
- Aprovechar y saber usar el potencial de dispositivos como móviles, tablets o portátiles.
- Acelerar la creatividad, productividad e innovación.
- Mejorar el rendimiento laboral y trabajo en equipo sin tener que estar en un mismo entorno físico (entornos colaborativos).
- Incrementar la eficiencia y el desarrollo de nuevas ideas, productos y negocios.
- Administrar la identidad digital corporativa con sentido para usar la información y mejorar el posicionamiento de la marca.
- Aumentar la competitividad, al buscar las formas más efectivas de adaptarse a las nuevas necesidades del mercado.
- Incorporar nuevos conocimientos.
- Resolver problemas de muy diversa índole, desde nuevas vías de formación virtual hasta desarrollos tecnológicos complejos o asuntos relacionados con el ámbito del marketing o la salud.
