Nunca te habías fijado: el motivo por el que el reloj de la Puerta del Sol no marca las IV. Quizás sea porque solo lo miras una vez al año, cuando se acerca el fin de año y te preparas para comer las uvas al ritmo de sus campanadas. El 31 de diciembre, la Puerta del Sol se convierte en el centro de atención de todo el país, con miles de personas que acuden a celebrar el cambio de año en directo, y millones que lo siguen desde sus casas a través de la televisión. Pero, ¿sabes por qué el reloj de la Puerta del Sol tiene esa peculiar forma de indicar las cuatro horas?
¿Por qué el reloj de la Puerta del Sol no marca las IV?
El reloj de la Puerta del Sol es uno de los símbolos más emblemáticos de Madrid y de España. Cada año, miles de personas se reúnen frente a él para celebrar el fin de año y comer las doce uvas al son de sus campanadas. Pero, ¿te has fijado alguna vez en cómo marca las cuatro de la tarde o de la madrugada? Si lo haces, verás que no usa el IV, que sería la forma correcta de escribir el cuatro en números romanos, sino el IIII. ¿A qué se debe esta peculiaridad?
Existen varias teorías que intentan explicar el uso del IIII en el Reloj de la Puerta del Sol y en otros relojes que también marcan el número 4 en números romanos, pero ninguna de ellas tiene una evidencia definitiva.
El origen de los números romanos y la superstición
La más popular de todas tiene que ver con el origen de los números romanos y también de la superstición. La numeración romana parte de la etrusca en la que el 4 se representa como IIII. En cambio, los números romanos marcan el 4 como IV. Sin embargo, en la Antigua Roma se siguió usando el IIII por superstición dado que el IV coincide en latín con las dos primeras letras de Júpiter, IVPITER. Este era el Dios supremo de la mitología romana por lo que se consideraba blasfemia usar el IV de modo se mantuvo el III.
Y así algunos relojes también lo tienen escrito del mismo modo, sin embargo, existen otras teorías que ahora vemos:
- La teoría estética
Esta teoría sostiene que el uso del IIII se debe a una cuestión de simetría y armonía visual. Al escribir el cuatro con cuatro símbolos, se equilibra con el ocho, que también se escribe con cuatro símbolos (VIII). Además, se crea una progresión de símbolos: el I se usa solo en las primeras cuatro horas, el V se usa en las siguientes cuatro horas y el X se usa en las últimas cuatro horas. Esta teoría es apoyada por el Instituto Británico de Relojería.
- La teoría histórica
Según explica el portal España Fascinante, existe una teoría histórica que afirma que el uso del IIII se remonta al siglo XIV, cuando el rey Carlos V de Francia encargó un reloj para la torre del Palacio Real de Francia, conocido como La Conciergerie o el Palais de la Cité. El relojero Henry de Vick realizó el reloj con el cuatro escrito como IV, pero el rey le recriminó que así no se escribía el número. El relojero le explicó que era la forma correcta, pero el rey le respondió enojado que el rey nunca se equivoca. Por consiguiente, el relojero tuvo que cambiar el IV por el IIII, y este reloj se convirtió en un modelo a seguir para otros relojes posteriores.
Como has visto, el reloj de la Puerta del Sol marca las cuatro con IIII y no con IV, al igual que otros relojes famosos como el de la Basílica de San Pedro en el Vaticano o el de la Abadía de Westminster en Londres. No hay una respuesta definitiva a por qué se usa esta forma de escribir el cuatro, pero sea cual sea la verdadera razón, lo cierto es que esta peculiaridad le da un toque distintivo y curioso a estos relojes, que forman parte de la historia y la cultura de sus lugares.