Hoy 8 de junio se conmemora el Día Internacional de los Tumores Cerebrales, con la finalidad de sensibilizar a la población acerca de las causas, riesgos y tratamiento de los tumores cerebrales, así como ofrecer apoyo y solidaridad a los pacientes y sus familiares.
Origen del Día Internacional de los Tumores Cerebrales
La creación de esta efemérides en el año 2000 ha sido por iniciativa de la Asociación de Tumores Cerebrales de Alemania.
Anualmente se diagnostican 7,5 casos de tumores cerebrales primarios por cada 100.000 personas en todo el mundo, representando el 2% de los casos de cáncer en adultos.
¿Qué son los tumores cerebrales y como se originan?
Los tumores cerebrales son masas generadas por el crecimiento de células anormales en el cerebro, pudiendo originarse por causas genéticas y ambientales.
Existen tumores cerebrales benignos o no cancerosos y tumores cerebrales malignos (cancerosos).
Los tumores cerebrales primarios son aquellos que comienzan a aparecer en el cerebro. En cambio, los tumores cerebrales secundarios o metastásicos ocurren cuando el paciente tiene células cancerosas en otros órganos del cuerpo y se diseminan al cerebro. A continuación mostramos una clasificación general de estas lesiones:
- Astrocitomas: se originan a partir de las células del cerebro denominadas astrocitos. Pueden ser cancerosos de grado bajo (en niños) o elevado (en adultos).
- Ependimomas: son tumores cancerosos de grado alto o bajo que se forman en el epéndimo.
- Gliomas: se forman en el tejido del tronco encefálico. Suelen ser cancerosos, de grado alto y con un rápido crecimiento.
- Meduloblastomas o tumores neuroectodermales primitivos: estos tumores cancerosos son de alto grado y se ubican cerca de la base del cráneo.
- Craniofaringiomas: son tumores no cancerosos que se forman igualmente en la base del cerebro, cerca de la glándula pituitaria.
- Gliomas pontinos: son tumores cancerosos de alto grado, que se forman en el puente troncoencefálico.
- Gliomas del nervio óptico: se forman alrededor del nervio óptico. Generalmente no se consideran cancerosos y son de lento crecimiento.
Muchos de estos tumores son tratables y curables si se detectan a tiempo.