Arranca el mes de mayo y lo hace con doble celebración dado que hoy 1 de mayo se celebra el Día del Trabajador o Día Internacional de los trabajadores , pero además siendo este el primer domingo del mes de mayo se celebra también el Día de la Madre. Una jornada sin duda especial en varios sentidos, aunque en esta ocasión queremos centrarnos en el porqué del nombre de este mes así que vamos a descubrir a continuación, la curiosa razón por la que Mayo se llama así.
¿Por qué mayo se llama así?
Como ya sabréis, nuestro calendario actual se basa en el calendario gregoriano aunque originalmente, nos regíamos por el calendario que se creó durante la época del Imperio Romano. Un calendario que se conoce precisamente por el nombre de «calendario romano» en el que los meses eran 10 hasta que Numa Pompilio, segundo rey de Roma (715-672 a. de C.), lo adaptó para que coincidiera con el año solar a partir del modelo egipcio y de este modo, sumó 2 meses más. De este modo, el modelo de 12 meses se extendió por toda Europa y se utilizó hasta el siglo XV, que es cuando comenzó a utilizarse el mencionado calendario gregoriano.
Sin embargo quedaron los nombres de los meses y que los Romanos eligieron en función de los dioses en los que creían. Podemos decir entonces, que en el caso concreto de mayo, su nombre surge en honor a la Diosa Maya, esposa de Vulcano, aunque existe también la teoría de que nace a raíz de la palabra latina «majorum» que significa mayores y como homenaje a ancianos o protectores del pueblo.
Mayo, el mes de la Virgen María
Sabemos ahora de dónde surge el nombre del mes de mayo pero además este es el mes que se conoce como «el de la Virgen María», algo que se conmemora desde hace dos siglos cuando la Iglesia decidió dedicarle un mes a la madre de Jesús debido a que se creó un vínculo simbólico entre el «triunfo de la primavera» que representa el mes de mayo con el «triunfo de la vida» que estaría representado por la Virgen María.
Además parece que la decisión de hacer este el mes de la Virgen María tiene que ver también con el hecho de darle un sentido cristiano tanto al mes de mayo como a la primavera, de igual forma que en la Grecia y en la Roma Clásicas también se celebraba de manera especial la llegada de la primavera.