La mayoría de pasaportes del mundo tienen características similares. Sin embargo, no existe ningún estándar oficial que defina cómo han de ser exactamente estos documentos. El primer gran intento de lograr un gran consenso internacional en torno a la forma y al contenido de estos salvoconductos internacionales, tuvo lugar en la "Conferencia Internacional de Pasaportes de la Sociedad de Naciones del año 1921". Pero nunca se pudo llegar a un acuerdo definitivo.
A día de hoy, lo más parecido que tenemos a un estándar internacional son las recomendaciones que ofrece la Organización de Aviación Civil Internacional de las Naciones Unidas, que sugiere que los pasaportes se fabriquen de 125 × 88 mm y con unos materiales específicos. Así como que incluyan ciertos datos personales. Sin embargo, el organismo nunca mencionó nada acerca de los colores que debían utilizarse en las tapas. Entonces, ¿por qué podemos encontrar un patrón de cuatro colores en la elección de los colores de los pasaportes?
Hay 42 países en el mundo que utilizan un pasaporte de color verde (en cualquiera de sus tonalidades).
Una parte importante de estos pasaportes verdes corresponde a países islámicos, que optaron por este color por una cuestión religiosa. Al parecer, este era el color predilecto de Mahoma porque simboliza el equilibrio y la naturaleza. Así, podemos encontrar muchos países, como Afganistán, Siria, Túnez o Arabia Saudí, que utilizan el color verde.
También es el color que usan la mayoría de los países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental o CEDEAO, como Senegal, Nigeria o Costa de Marfil. Pero quizás, el país que más se sale de la norma es México, que ha preferido utilizar el color verde para distanciarse del rojo y azul utilizado por sus vecinos.
Es el color al que estamos más acostumbrados, porque es el color que utilizamos todos los países de la Unión Europea. Aunque con diferentes tonalidades, eso sí. En Suiza, por ejemplo, se tomaron este asunto como algo personal y optaron por un “rojo chillón” que coincidiese con el color de su bandera y con el de sus símbolos patrios.
No fue nada fácil alcanzar un consenso para unificar los colores de los pasaportes europeos. El primer intento tuvo lugar en el año 1976 (cuando la unión solo tenía 8 estados miembros) y todavía se tardarían unos años más en alcanzar un acuerdo. El asunto fue tan relevante que Reino Unido decidió cambiar el color de su pasaporte con el Brexit. Utilizando el color azul marino en lugar del rojo burdeos. Y es que, desde el Gobierno británico entendieron que la elección del rojo había sido una victoria diplomática de Francia.
También podemos encontrar el color rojo en otros países como Rusia, Mongolia, Japón o Turquía. En el continente americano- por su parte- los únicos países que utilizan el color rojo son Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia y Groenlandia.
Hay algo muy curioso que solo sucede en el caso chino, y es que allí existen dos pasaportes: uno de color rojo que corresponde a los miembros del Partido Comunista y a los miembros del cuerpo diplomático; y otro de color negro, que corresponde al grueso de los civiles.
El color azul en las tapas de los pasaportes es el más común de todos: nada más y nada menos que 87 naciones soberanas se han decantado por alguna tonalidad de azul. Ya hemos hablado del Reino Unido y de cómo cambió el color de su pasaporte en el año 2020, tras el Brexit; pasando del rojo burdeos propio de la UE, a un color azul marino.
Canadá y Estados Unidos, la gran mayoría de países caribeños y una parte importante de América del Sur tienen pasaportes de color azul. En esta región podemos encontrar que sucede algo muy interesante: los países miembros de la Alianza del Pacífico (a excepción de México), como Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, tienen un pasaporte de color rojo; y los países miembros del Mercado Común del Sur o Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) tienen un pasaporte de color azul. Este color también es el más habitual en los países africanos.
Solo 9 países de todo el mundo han optado por el negro para fabricar las tapas de sus pasaportes... lo que le convierte en el color menos común de todos. Podemos encontrarlo en Angola, en Malaui, en el Congo (el de República Democrática del Congo es azul), en Tayikistán, en Trinidad y Tobago, en Nueva Zelanda, en Palestina (sujeto a restricciones del Gobierno israelí).
También es el color que se utiliza para identificar a los habitantes de El Vaticano y al grueso de los chinos (a los que no pertenecen al Partido). Hay algunos casos, como en el mexicano y el estadounidense, en los que el negro es el color reservado para los miembros del cuerpo diplomático.