Placa a los héroes del 2 de Mayo en Madrid |
En aquella mañana de un dos de mayo, en 1808. En medio de una gran incertidumbre política, muchas personas venidas de todas partes de Madrid y de algunas villas de los alrededores se congregaron frente al Palacio Real con las primeras luces del día. La chispa saltó cuando ven a los soldados franceses sacando de palacio al infante Francisco de Paula para llevarlo a Francia junto al resto de la Familia Real. Se forma un gran tumulto que Murat no duda en sofocar mandando un destacamento de la Guardia Imperial. Abren fuego contra la multitud. Muchos mueren.
En numerosos barrios se organizan partidas populares para rebelarse contra las tropas francesas. Quieren vengar a los muertos del Palacio Real y deshacerse de los soldados que llevan ya medio año en territorio español. Pero es en la Puerta del Sol donde más personas se congregan. A las ocho de la mañana, ya son cerca de un millar y antes de tres horas llegarán a los diez mil.
Levantamiento del 2 de Mayo |
En pocos instantes, donde antes había diez mil personas quedan apenas unas trescientas, armadas con cuchillos, piedras… dispuestas a plantar cara a las tropas napoleónicas. Y aquí se desata el verdadero combate, que Goya inmortalizaría de forma magistral: navajas contra sables, caballos heridos de muerte, cadáveres de uno y otro bando...
Por la tarde, se producen innumerables arrestos por toda la ciudad. Las tropas francesas se llevan a los insurrectos que han participado en los combates o son sospechosos de haberlo hecho por el hecho de portar armas. Entre ellos, la costurera Manuela Malasaña. Se dice que le habían encontrado unas tijeras.
Fusilamientos del 3 de Mayo de 1808 |
Una placa, la de la Puerta del Sol, levantada en lo que era la Real Casa de Correos, en 1908, a iniciativa del Círculo de Bellas Artes que, sin embargo, esconde un error. En la losa se hace mención a que aquí tuvo lugar el primer enfrentamiento contra los galos. Lo cierto es que, como atestigua otra placa, levantada en las inmediaciones del Palacio Real, y refrendado el acontecimiento por los historiadores, fue en este lugar donde los madrileños se enfrentaron a los franceses para tratar de evitar la salida de la ciudad del Infante Francisco de Paula.
Con todo, ante el Palacio Real o en la Puerta del Sol, poco importa el lugar, muchos madrileños, muchos españoles, hicieron frente a los invasores. En su recuerdo se levantaron estas placas para rendir tributo a su heroísmo.