En los años 60 y 70, la periferia de Barcelona se ha formado y construido en su mayor parte por inmigrantes extremeños y andaluces que han levantado los barrios con sus propias manos, pero no están considerados como parte de la ciudad. Sus chabolas ni siquiera tienen agua corriente o electricidad.
Harto de que el Ayuntamiento diga que el transporte público no puede llegar a la zona porque las calles son demasiado estrechas e inseguras, el conductor de autobús de Transportes Metropolitanos de Barcelona, Manolo Vital (Eduard Fernández), intentará demostrar, al volante de la línea 47, que las autoridades se equivocan