Lo primero que hay que hacer inmediatamente después de comprar lotería es hacer una fotocopia del boleto para poder demostrar su propiedad cuando llegue el momento. Hay varias soluciones en función de si lo has roto, lo has perdido o te lo han robado:
Décimo roto o estropeado
No sería la primera vez que se rompe un décimo por un descuido: meterlo por error en la lavadora, mojarlo un día de lluvia, tirarlo al suelo sin querer... el motivo da igual, lo importante, una vez ocurrido el accidente, es coger el cupón dañado y acudir una administración de lotería, donde se tendrá que rellenar una documentación para acreditar que la propiedad del mismo.
Loterías y Apuestas del Estado mandará después el décimo a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para verificar su autenticidad. La siguiente fase, en el caso de que el décimo esté muy deteriorado, será mandar el boleto a un laboratorio de la entidad que tratará de reconstruirlo.
Tanto si el resultado es positivo como si no, la Casa de la Moneda enviará un informe a Lotería y Apuestas del Estado sobre la autenticidad del cupón, que en base al mismo tendrá que decidir si entrega o no el premio.
Décimos robados o perdidos
Ante esta situación, lo primero que hay que hacer es interponer una denuncia que deberá contener los datos del décimo: número, serie, fracción y fecha del sorteo. Si se puede añadir, además, una fotocopia del mismo, mejor que mejor.
Después habrá que notificar la denuncia a Loterías y Apuestas del Estado, que pasará a paralizar el cobro del premio.