miércoles, 5 de mayo de 2021

La Llanura de las Jarras, el sitio arqueológico más misterioso

Llanura de las Jarras
Una
investigación sugiere que la Llanura de las Jarras, en el norte de Laos, habría servido como lugar de enterramiento hasta hace 2.000 años. Esta zona es característica por unos objetos enormes hechos con piedra arenisca en forma de jarra. Los autores del estudio apuntan que estos frascos de gran tamaño habrían sido utilizados para 'exponer' a los muertos a los elementos hasta que solo quedasen los huesos. Posteriormente, los habitantes habrían sepultado la osamenta.

Este informe arroja igualmente que la mayoría de los restos humanos hallados en el suelo junto a las antiguas vasijas fueron enterrados hace 700 y 1200 años.

Hasta ahora, el equipo formado por Louise Shewan y Dougald O’Reilly (arqueólogo de la Universidad Nacional Australiana) había estudiado tres de los múltiples 'sitios de jarras' megalíticas que hay en el norte de Laos. Sin embargo, quisieron centrarse en el más popular de todos, el Sitio 1. Emplazado al oeste de Phonsavan, es uno de los once que están considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Entre las 400 tinajas de piedra que hay repartidas en 24 hectáreas, resulta complicado, incluso para los expertos, fechar con precisión. Sin embargo, Shewan y O’Reilly hallaron tres tipos distintos de entierros en las jarras: entierros primarios (donde se colocaban el esqueleto humano al completo), entierros secundarios (que alojaban haces de huesos humanos) y entierros en pequeños frascos de cerámica que fueron posteriormente marcados por cantos rodados de cuarzo. Este último grupo puede distinguirse fácilmente en la superficie.

La datación por radiocarbono de los fragmentos que hallaron en las vasijas de cerámica y otros entierros indica que la mayoría de ellos fueron sepultados entre los siglos IX y XIII, hace 700 y 1.200 años. De este modo, el rito sería 'más joven' que las vasijas de dos milenios de antigüedad.

En las pruebas, los investigadores pudieron ver que algunas jarras datarían del 1.350 al 730 a.C., mientras que otras se situarían entre el 860 y el 350 a.C: "Creo que vamos a encontrar un rango de fechas a medida que prosigamos con el análisis", reflexionó Shewan. Los especialistas afirman que necesitan estudiar más a fondo, para así poder correlacionar las edades de los frascos con los entierros en el Sitio 1.